jueves, 11 de julio de 2013

La vuelta de Pedro Urdemales

     Una verdad del porte de un cerro
 
            Un pueblino de esos que creen saberlo todo,se enontro con Pedro Urdemales en un polvoriento camino rural.
   Al verlo de chupalla,pantalon arremangado y ojotas,se le ocurrio burlarse de ese huasito.
     A poco de entablar conversacion,le dijo: ¿Y que tal es para calcular,amigo?
         Me defiendo no mas,señor,respondio Pedro,con humildad.
            Bueno pues,digame entonces,¿de cuantas camionadas calcula usted que podria llevarme a la ciudad aquel cerro?
              Y le mostraba el cerro mas alto del lugar,en cuya cumbre una enorme cruz parecia abrazar al valle.
                Pedro se acomodo la chupalla con aire pensativo:Eso depende del tamaño de su camion,caballero.Si su camion es de la mitad del cerro,va a necesitar dos camionadas.Pero si se consigue un camion del porte del cerro,¡de una camionada se lo lleva!
                                                   La apuesta con un campeon
 
             Una helada mañana de invierno,camino de la ciudad,Pedro Urdemales encontro un gorrion casi escarchado,que ni podia caminar,mucho menos volar.
                Compadecido,lo recogio y se lo echo al bolsillo.Entrando a la ciudad paso por el estadio,donde se entretuvo mirando a un atleta que se entretuvo mirando a un atleta que se  entrenaba en el lanzamiento de la bala.
           Pedro parecia tan interesado,que el deportista penso jugarle  una broma y lo llamo a la pista.
    Pareces un huaso forzudo le dijo a modo de saludo y si me ganas a lanzar la bala,te invitare a una parrilada en el restaurante del frente...
         De una cancha vecina habia caido una desteñida pelota de tenis,y el lanzador la tomo,simulando que pesaba como las balas de fierro conque se estaba entrenando.Luego,tomando impulso,la lanzo con tal fuerza,que fue a caer debajo de las galerias de la cancha de futbol.¡Lejazos la tiro!comento Pedro agachandose a recoger algo.Alla en el campo solo lanzo peñascazos explico, de modo que lanzare esta piedra.
         Y mientras el atleta aprobaba sin preocuparse de lo que lanzara,Urdemales cambio la piedra por el gorrion que  llevaba en el bolsillo.
     ¡Alla va! exclamo Pedro lanzando el pajarillo que,repuestas sus energias y recobrada su libertad,volo,volo y volo en linea recta.
       El atleta no salia de su asombro,mientras eso que creia una piedra cruzaba sobre la pista,las galerias y hasta  las blancas murallas del Estadio Municipal.
         Por un momento temio que el peñascazo fuera a caer justo en los ventanales del restaurante del frente,donde ahora deberia ir a pagar su apuesta a Pedro Urdemales,que ya lo esperaba con un hambre olimpica.

                                                  Las tres flores

             El fundo las tres flores era la admiracion de todos  en la comarca.A los agricultores se les hacia agua la boca ver sus rubios trigales,y a los huasos jovenes,las rubias trenzas de las tres hermosas hijas de su propietario:Rosa,Margarita y Jazmin.
       Sea porque el padre no se consolara de su temprana viudez,sea que pensara que en la zona no habia amistades dignas  de el,lo cierto es que rara vez salia de su propiedad.¿Y las  niñas?¡Apenas podia verselas algunas veces,tras un velo de polvo levantado por su caballo cochero trotando rumbo a la ciudad!si las niñas se animaban a pedir permiso para paseos o fiestas la repuesta del padre era siempre:¡no!
         Era dificil creer,entonces,que Pedro Urdemales pudiera presentarse con las tres señoritas en la inauguracion de las  proximas ramadas de Fiestas Patrias.Pero asi lo habia asegurado el en unas carreras a la chilena.Y las apuestas no se hicieron esperar.
        La mas sonada fue la de un conocido agricultor,que le prometio un caballo ensillado si llegaba con las  tre niñas...Pero si no lo conseguia,deberia cosecharle a echona,sin ayuda y gratis,una cuadra de trigo.
          Como vispera de fiesta,en las casas del fundo  Las tres flores ese 17 de septiembre se almorzo cazuela de pava y empanadas de horno.Hasta  una jarra de vino de su propia mesa mando el patron a la cocina,pero aunque todo estaba sabroso y todos gozaban la comida y la bebida,Pedro Urdemales andaba desabrido.¿Como haria para ganar la apuesta?
      La inaguracion oficial de las ramadas seria a las siete de la tarde,y a las cinco,metido va en su pantalon de mezclilla y su camisa a cuadros,Pedro  recibio la orden de acompañar al patron a la loma. Dos leñadores habian descubierto  alli un derrumbe en un canal de riego,y era urgente remediarlo.Como para ese caso de nada servian las hachas de los leñadores,el patron le dijo a Pedro:Te veo demasiado elegante para esto:te puedes ir a esas ramadas,pero antes mandame a Ruperto  con las palas grandes.
    ¡Las tres...!,penso feliz Pedro y volo cuesta abajo.
     Ya en la casa,se planto frente a las tres hermanas:El patron se ha arrepentido de negarles permiso,señoritas,y me manda que las lleve a las tres a la inaguracion de las ramadas.
        Y como a las bellas niñas,con toda razon,les costaba creer lo que oian,les dijo:Asomense a esa puerta y lo veran.
      Acto seguido se paro en medio del patio y,haciendo bocina con las manos,grito hacia la loma:¡Patroooon...!¿Me dijo que lleve las treeees...?
       Y el patron impaciente,respondio:¡Siiii...las treees... y prontooo...!
       Ya ven les dijo Pedro,y a el no le gusta repetir las ordenes.
     Y eso si lo sabian muy bien sus hijas.Y mientras Ruperto subia la loma cargando las tres palas,por la puerta del fondo Pedro subia su preciosa carga al coche.Y no paro el trote hasta ver las banderas de las ramadas ondeando al viento.
Los cerdos empantanados

       Aburrido de su fama de hombre poco serio,Pedro Urdemales se decidio a buscar trabajo,y lo encontro en una granja.
       Y sucedio que el granjero,descontento con su crianza de cerdos,se decidio a vender el ultimo piño.
   Dan poco ganancia dijo el
    Y muy mal olor  agrego su mujer.
          Como Pedro se habia ganado pronto su confianza,no dudo en mandarlo a vender el piño a la feria mas proxima.Fijo el precio de cada cerdo y dijo a Pedro:Este sera tu primer negocio,si le sacas mejor precio,tendras una buena comision.
       Eso le parecio muy bien a Pedro,que ya empezaba a comprender que tener ganancias era parte de las preocupaciones de todo hombre serio.
        Arrear media docena  de cerdos no era tarea facil,y a Pedro le costaba evitar que se metieran a un gran pantano que habia justo  al lado del camino.En eso estaba,rabiando con los cerdos,cuando lo alcanzo un jinete que parecia hombre de negocios.
        Bonitos sus cerdos,amigo...¡Los lleva a la feria?
     Para alla voy.
        Si es asi,yo se los compro aqui mismo propuso el jinete,ofreciendole el mismo precio fijado por el granjero.
     Alla pagan mas comento Pedro,haciendose el desinteresado
      Seguramente replico el comerciante,pero los compran al peso,¿y ha pensado cuantos kilos bajaran en el viaje?
     Pedro no lo habia pensado ni pensaba pensarlo,pero puso cara de pensativo.Lo que en realidad calculaba era cuanto mas se cansaria el mismo en el resto del viaje.
  Yo se los venderia,mi señor dijo por  fin Urdemales con ezagerada humildad,pero con una condicion.
       Si es por eso el pago,pienso hacerlo en efectivo...
    No es cuestion de dinero aclaro Pedro.Es algo mas importante...Es que he criado a estos chanchitos desde pequeños,y me  gustaria guardar sus colita de recuerdo...
       El jinete penso que era lo mas descabellado que habia oido en su  vida,pero el negocio era bueno y como el queria el piño para hacer cecinas,nadie le reclamaria una ridicula cola.
      Echando pie a tierra y mano al puñal que llevaba en su montura,fue cortando cada cola de cerdo que Pedro iba guardando cuidadosamente en un pañuelo,tal como las señoras antiguas guardaban las monedas de mas valor.
     Hecho el negocio,Pedro Urdemales se sento sobre una piedra con cara de hombre que veia  partir algo muy querido.
       Pero apenas el comprador se perdio tras un monte,se paro agilmente y se dedico a pegar cada colita de cerdo en la zona mas endurecida del pantano.No bien termino tan curiosa labor , aparecio otro jinete en la misma direccion del anterio.Tan pronto lo vio,Pedro se puso a caminar de un lado a otro,con ademanes de hombre desesperado.
           ¿Puedo ayudarle en algo,hombre por Dios?  dijo a manera  de saludo el recien llegado.
        Ya no hay remedio,amigo exclamo Pedro,mostrandole el pantano.Un año año engordando media docena de cerdos,y ahora que los espanta y se van de cabeza al pantano...No mas las colitas se ven,como haciendome burla.
      Solo entonces el jinete observo  el pantano,tratando de recomponer la escena ocurrida.Entre frases de consuelo fue averiguandob el tamaño de los cerdos y calculando cuanto producirian convertidos en manteca,jamon y longanizas...
        En fin dijo el jinete,siempre con tono de consuelo,mejor es perder menos que mas,y si parados en el camino sus cerdos valian  mucho,en el fondo del pantano no valen nada.Por suerte para usted yo iba a comprar cerdos a la feria,y me atrevo a ofrecerle unos buenos pesos ahi mismo donde estan,a ver si recupero algo.
          Pedro no dijo ni si ni no,pero cuando el jinete le  extendio los billetes,se los echo al bolsillo con cara de resignacion,y partio.El comerciante volvio al galope a buscar gente que le ayudara a sacar del pantano aquellos cerdos que tan barato  le habian costado.Pedro Urdemales regreso donde el granjero,y rindio detallada cuenta  de la venta de la media docena de cerdos que llevo a la feria.Pero nada mas...porque negocios de colitas de cerdo nadie le habia encomendado...
 
                          El charqui pa" Julio

         Se cuenta de una viejecita que siempre andaba guardando un monton de cosas,como hacen todos los ancianos.Vivia con su nieta,una niñita que todo lo trajinaba y todo lo preguntaba,como hacen todas las niñitas.Entre los muchos objetos guardados de la abuela se contaba una bolsa de charqui,que cuidaba como hueso de santo.La niña solia preguntarle:¿Y pa" que guardaba esa bolsa,abuelita? La guardo pa" julio respondia la anciana.
       Y en verdad la guardaba para comer charqui  tomando mate en las lluviosas noches de julio... pero la nieta entendia otra cosa.Yo no se como llego a oidos de Pedro Urdemales la historia de esta bolsa,pero el caso es que un dia que vio salir a la anciana,llamo a la puerta de calle.Como le va,señorita saludo muy atento a la niña que vino a abrirle.¿Que se le ofrece,joven? Pregunto timidamente ella.Solo paso a ver a su abuelita...
                  Lo siento pero acaba de salir.Bueno,pues,que le voy a hacer.Digale que le deje muchos saludos,y que despues vendre.Muy bien le dijo la niña,pero¿quien es usted,para decirle?¡Yo soy Julio...pa" servir a su merce!
            Entonces espere un poco dijo la inocente niña,que no tardo en volver con la famosa bolba de la abuela.Adios,buena señorita dijo Pedro,tomando la bolsa,¡y muchas gracias!Y en verdad harto agradecio su pobre estomago,siempre medio vacio,aquella sabrosa porcion de charqui.

                                                       El cartero del otro mundo

      Al llegar a las primeras casas de un poblado,Pedro Urdemales vio junto al camino un burro flaco mordisqueando el pasto de un potrero.Pensando en como ganarse el sustento ese dia,se acerco al animal y se monto al reves,mirando para atras,cosa que no preocupo al borrico.Le hinco los talones y el burro comenzo a caminar.Al pasar frente a las primeras casas,Pedro se lanzo a pregonar:¡El cartero del otro mundo!¡Aqui va el cartero del otro mundo!Los aldeanos estaban acostumbrados a esos forasteros que pasaban comprando lana o charqui y  vendiendo sal o cochayuyo,pero jamas habian visto a un cartero  del otro mundo,ni tampoco de este mundo,por la simple razon de que alli no habia correo.
      ¡Que raro este pregon y que raro ese jinete y burro!A pesar de ir juntos parecian avanzar en distintas direcciones,ir y venir,alejarse y regresar al mismo tiempo.¿Quien tiene cartas para el mas alla? voceaba Pedro Urdemales,¡Se va el cartero del otro mundo!.Hombres,mujeres y niños le dedicaban un momento de atencion,y una vez satisfecha su curiosidad,volvian a sus trabajos y sus juegos.Cuando Pedro comenzaba a perder toda  esperanza,una anciana vestida de riguroso luto le salio al camino:¿Es verdad que viene del otro mundo,señor?¡Para alla  voy,señorita!dijo Pedro,sin mentir casi nada,pues ya  se sentia morir de hambre.¡Lastima no haberlo sabido antes para escribirle unas letras a mi Juanucho se lamento la anciana,pero al menos espere un minuto para enviarle  algunas cositas...!Pedro  espero gustoso y con mas gusto aun recibio un gran paquete y dos billetes de los mas grandes,con el encargo de entregarselo todo personalmente a juancho,sin olvidar decirle que ella lo tenia muy presente en sus oraciones.Urdemales le aseguro que asi lo haria.Puso en marcha al burro y se alejo pregonando:¡Se va el cartero del otro mundo!¡Se fue el cartero del otro mundo!Tras la ultima  casa del poblado se monto como es debido,y mas alla se detuvo junto a un arroyo.Las cositas enviadas resultaron ser un traje y un par de zapatos del finado ,que le quedaron a la medida,ademas de una tortilla al rescoldo,jamon ahumado y huevos duros.Pedro Urdemales se puso traje y calzado y,muy contento,se echo lo demas al cuerpo.

                                                   La ollita de virtud

                       Vagando por esos mundos,a Pedro Urdemales le llego la hora del mediodia.Encendio un pequeño fuego entre unas piedras,y puso a  calentar una ollita con su modesto almuerzo.Cuando  este hervia que daba gusto,vio a la distancia venir a un jinete.Pronto reconocio en el a un jinete.Pronto reconocio en el a un señor famoso en la comarca por lo avaro y negociante.Tapo con tierra el fuego,y se traslado con su ollita junto  al camino,dando la espalda al jinete,como si no lo hubiera visto.Tomo dos varillas y se puso a tamborilear sobre la tapa,ripitiendo:Hierve,hierve,ollita hervidora,que no es para mañana,sino para ahora...Muy intrigado,el jinete se detuvo a contemplar la extraña operacion.¿Que haces,buen hombre?Lo que usted ve,patroncito:conocer mi comida.Sospechando que se tratara de un vagabundo chiflado,comento:Y,¿no crees que seria  bueno prenderle fuego primero?No se preocupe,patron,que esta ollita es de virtud,y basta con pedirle,golpeandola con mucho cariño:hierve,hierve,ollita hervidora,que no es para mañana,sino para ahora...A todo esto el jinete ya habia echado pie a tierra y estaba junto a la olla.Al destaparla,incredulo todavia,se quemo los dedos.Tentado por la avaricia,penso dejar tamaño milagro en manos de un vagabundo.Mira,hombre dijo con aire compasivo,no tienes para que sacrificarte preparando tu comida.Yo te comprare la olla y podras comer bien por mucho tiempo.¡Ni pensarlo! respondio Urdemales,sentandose a comer,mire que esta ollita me alimenta donde sea,sin  trabajo de acarrear leña ni encender fuego.El jinete penso entonces que le resultaria ideal para sus largos viajes de negocio,y  metiendose la mano al bolsillo le ofrecio un billete de los grandes.Ni nunca,patroncito dijo Pedro,meneando la cabeza.Sin decir nada,el jinete mostro un segundo billete.Tambien en silencio,Pedro meneo la cabeza.El jinete agrego otro billete y Pedro volvio a menear la cabeza.El avaro monto a caballo,simulando que partia,pero antes mostro un billete mas.Tal vez con otro me tentaria exclamo Urdemales,haciendose el distraido.El jinete agrego otro billete mientras Pedro guardaba el dinero,metio la olla a las prevenciones y partio al galope,sin despedirse,temeroso de que el inocente vendedor se arrepintiera de desprenderse de una olla tan prodigiosa.Pero el arrepentido fue el,cuando al llegar a casa quiso mostrar a todos los presentes las bondades de su ollita de virtud comprada tan barata.Y dicen que estuvo largo rato azotando la viejisima cacerola de Pedro:hierve,hierve,ollita hervidora,que no es para mañana,sino para ahora... Pero ni ahora ni mañana ni nunca,porque la verdadera magia de la ollita fue darle a Pedro Urdemales el dinero suficiente para tener comida caliente varios dias.Y hasta un par de zapatos usados se compro para seguir sus incansables andanzas por esos mundos.

                                            Ganar mucho y perderlo todo

             Una mañana Pedro Urdemales atraveso una chacra de porotos.Distraidamente tomo un capi,lo apreto y se quedo con sus cinco granos en la mano,porque habia oido decir que es malo botar los frutos que Dios nos da.A poco andar llego frente a  una casa donde una anciana barria el comedor,y se le ocurrio pasar a dejar encargados sus porotos,como una semilla muy especial.Dejelos sobre la mesa dijo ella,que por vivir junto al camino estaba acostumbrada a recibir encargos.Y se hubiera olvidado para siempre de aquellos porotos,si a la mañana  siguiente no hubiera pasado Pedro a buscar su encarguito.Ah,esos porotos recordo la anciana,¡aquella gallina patoja se los comio!,pero ahi tiene un saco lleno de porotos...,elija los que  quiera.
No pues,su  merce dijo Pedro,porque mis porotos eran la virtud,y en la gallina ha quedado.¡Yo a la gallina me la llevo!¡Como  se va a llevar a mi gallina  por unos cuantos porotos!reclamo la buena mujer,pero Pedro ya se habia echado la gallina bajo el poncho y se alejaba por el sendero.A medio dia paso frente a otra casa,donde una señora tendia ropa en el patio.Sin pensarlo dos veces,Urdemales paso a encargar su gallina patoja.La señora se la recibio y Pedro sigui su camino.Mas tarde la gallina se metio al chiquero y el chancho la mato.Asi se lo explico la señora,cuando al otro dia Pedro paso a buscar su encargo.Pero no se apene le dijo,¡elija uste mismo otra del gallinaro! Eso si que no  dijo Urdemales,porque i gallina patoja era de virtud,y en el chancho ha quedado.¡Yo al chancho me lo llevo!Y mientras la señora protestaba,Pedro ya iba  arreando el chancho por el camino.Mas alla Pedro paso con su chancho  por las casas de un rico hacendado.Dejalo tu mismo en aquel chiquero fue la respuesta del caballero cuando Pedro se lo dejo encargado.El hacendado tenia una hija,una joven muy hermosa.Y muy consentida,al decir del ama de las llaves,las cocineras y nanas,pues su padre jamas le decia no en nada.Y ese dia,apenas vio el cerdo a la niña se le antojo comer sopaipillas con chicharrones.El padre no lo penso dos veces,y pronto el cerdo estuvo convertido en una lata de manteca,metros de longaniza y una piramide de chicharrones.Cuando al otro dia Pedro fue a buscar su chancho ,el hacendado lo hizo pasar a la cocina y le ofrecio un jarro de cafe de trigo y sopaipillas con chicharrones,mientras le explicaba el antojo de la niña.¡Pero no te apenes! lo consolo,pues si quieres te puedes llevar dos de mis cerdos por el tuyo.Ni dos ni cien dijo Pedro porque mi cerdo era de virtud,y en la niña ha quedado.¡Yo  a la niña me la llevo!¡Eso si que no!interrumpio el patron,sorprendido por tamaña ocurrencia.Pero Urdemales parecia tener argumentos muy atendibles:hablo de honradez,de confianza y de honor.El baballero se sentia indeciso.Llego la hora de almorzar,y la discucion continuo.Vino la tarde y tomaron once.Anochecio y cenaron.A la hora  en que parecia prudente irse a dormir,el caballero dio su ultima palabra:Mira:Pedro le dijo,si esa virtud es tuya y en mi hija quedo,hay una sola forma de que la cuides,y es que  te quedes en  mi casa,trabajando para mi.A Pedro le parecio un buen arreglo y acepto.Paso unos dias muy tranquilo;nunca en su vida habia sido mejor atendido,pero  























































                           







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